Primero vimos todo el Museo, nos lo enseñó una señorita que se llamaba Beatriz. Vimos muchas estatuas y adornos africanos, algunas eran muy grandes y nos gustaron mucho.
Muchas estatuas estaban dentro de vitrinas porque no se podían tocar ya que estaban hechas de arcilla, madera y otros materiales que se podían estropear. Pero habían hecho unas copias de estatuas originales que sí pudimos tocar y sentir.
Luego hicimos un taller de pulseras, ayudados por las señoritas y los papás, mamás y abuelos que nos acompañaban. Nos quedaron muy bonitas. También nos pintaron la cara como si fuéramos africanos. Cuando llegamos a clase hicimos dibujos de lo que habíamos visto.